En lo profundo del bosque, donde reina la calma y la vegetación es abundante, las abejas recolectan savia, mielatos y néctares de árboles y flores silvestres. De esa labor paciente nace nuestra Miel de Bosque, intensa y misteriosa como el entorno del que proviene.
Su color oscuro y brillante anticipa un sabor potente, con notas malteadas, levemente amargas y toques resinosos. Una miel robusta, perfecta para quienes buscan carácter y profundidad en cada bocado.
Es especialmente apreciada por su alto contenido mineral y su capacidad energizante. Ideal para consumir sola, en tostadas o como endulzante natural en cafés, cereales y platos de invierno.
🌲 Natural, densa y sin filtrar.
Cada frasco conserva la fuerza del bosque, tal como la crean las abejas.
Una miel que conecta con lo salvaje, lo ancestral y lo esencial.